El Carnaval de Santa Cruz de Tenerife : patrimonio cultural de la Región Canaria

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El Carnaval de Santa Cruz, celebrado cada año en la capital de la isla de Tenerife, es uno de los mayores del mundo. Es reconocido por su riqueza cultural, su alcance internacional y su impacto histórico en la identidad local. Anclado en las tradiciones y costumbres españolas, se ha convertido en un elemento esencial del patrimonio de las Islas Canarias, atrayendo a miles de visitantes y destacando la dinámica cultural de una región profundamente marcada por la diversidad.

Este artículo se propone examinar la historia, las principales características y la importancia cultural del Carnaval de Santa Cruz de Tenerife, destacando sus funciones sociales, económicas e identitarias para los canarios y para España en general.

Historia y orígenes 

Tiene sus raíces en la colonización española de las Islas Canarias en el siglo XV. Como muchas fiestas similares en Europa, sus orígenes son católicos. Tradicionalmente, marca la última gran festividad antes del inicio de la Cuaresma, período de ayuno y recogimiento en el calendario cristiano.
Sin embargo, este carnaval también incorpora elementos de las culturas locales prehispánicas, en particular de los guanches, los habitantes indígenas de las Canarias antes de la llegada de los colonos españoles. Con el tiempo, el evento ha evolucionado bajo la influencia de la cultura española y las aportaciones africanas y latinoamericanas, especialmente a través de los intercambios comerciales y migratorios con el Caribe y América Latina. Este mestizaje cultural ha dado forma a la originalidad del carnaval, donde las influencias europeas se mezclan con ritmos tropicales y costumbres locales.
A lo largo de los siglos, a pesar de períodos de prohibición, especialmente bajo el régimen de Franco en España (1939-1975), el Carnaval de Santa Cruz ha sabido sobrevivir y renacer, convirtiéndose en un símbolo de resistencia cultural y resiliencia comunitaria.

Características principales 

El entretenimiento se estructura hoy en día alrededor de varios momentos destacados que ilustran su importancia social y festiva.
La elección de la Reina es uno de los eventos más esperados. Cada año, las candidatas desfilan con trajes suntuosos, a veces acompañadas de carrozas, con la esperanza de ser coronadas « Reina del Carnaval ». Los trajes, adornados con plumas, piedras preciosas y a menudo muy imponentes, son el fruto de un trabajo minucioso que puede durar meses. Estos trajes simbolizan la grandeza del carnaval y el apego a los valores de elegancia y espectáculo.
Los desfiles se caracterizan por la participación de grupos de bailarines, bandas y carrozas bellamente decoradas. Las murgas, grupos de cantantes satíricos, desempeñan un papel central en la animación de la celebración. Utilizan la música para criticar la política, la sociedad y los problemas locales a través de letras humorísticas y coreografías. De este modo, revelan la función catártica del carnaval, como espacio de crítica social y libertad de expresión.
El entierro de la sardina cierra tradicionalmente las festividades. Es una parodia de funeral en la que se quema una sardina gigante de cartón para marcar el final de las fiestas y el comienzo de la Cuaresma. Este ritual está impregnado de una teatralidad que recuerda a los ritos de paso, donde la muerte simbólica precede al renacimiento.

Importancia regional

El Carnaval de Santa Cruz de Tenerife tiene una verdadera importancia cultural y económica, más allá de su carácter festivo. Es una representación cultural que reúne a diversas clases sociales y participa en el auge económico de la región.
Refleja la identidad canaria a través de sus elementos musicales, coreográficos y vestimentarios, pero también por la mezcla cultural que representa. Los isleños se reúnen en esta fiesta, y es la ocasión para reivindicar una identidad propia, arraigada en la historia colonial de las Islas Canarias, pero abierta a influencias mundiales. Ofrece a los canarios un espacio para afirmar su diferencia cultural al tiempo que participan en una tradición más amplia, europea y latinoamericana.
Como muchos carnavales, el de Santa Cruz es un momento en que las jerarquías sociales y las convenciones son temporalmente abolidas. Los participantes se disfrazan, adoptan comportamientos extravagantes y las críticas sociales se expresan a través de la sátira. Es un momento en el que se invierten las normas, ofreciendo a los participantes una sensación de liberación y desahogo. Esta libertad de expresión, aunque sea limitada a un período festivo, es crucial en el contexto de una sociedad insular donde las tradiciones pueden ser rígidas.
La importancia cultural va acompañada de un papel económico central. Las festividades atraen cada año a más de 250.000 visitantes internacionales, lo que las convierte en uno de los eventos con mayor afluencia de visitantes de España. Esta afluencia contribuye de manera significativa a la economía local, en particular en los sectores del turismo, de la restauración y de la hostelería. El Carnaval se ha convertido en un importante activo turístico para Tenerife y para todas las islas Canarias.

El Carnaval frente a la globalización: tradiciones y modernidad

Frente a las dinámicas de la globalización, el Carnaval ha sabido adaptarse y preservar su autenticidad integrando elementos modernos. El festival se transmite ahora a todo el mundo a través de plataformas digitales, llegando a audiencias más allá de las fronteras de la isla. A pesar de esta internacionalización, los organizadores buscan mantener el carácter local y participativo, poniendo en primer plano las tradiciones e involucrando a las comunidades locales en su organización.
Sin embargo, esta apertura al mundo plantea desafíos en términos de preservación de la autenticidad. La afluencia turística, la mediatización y la introducción de elementos comerciales pueden llevar a veces a una estandarización del evento, convirtiéndolo en un producto turístico más que en una verdadera fiesta popular.

En conclusión, el Carnaval de Santa Cruz de Tenerife es mucho más que una celebración: es un vector de identidad cultural, un espacio de subversión y libertad, y un motor económico para las Islas Canarias. A través de sus orígenes históricos, sus rituales y su importancia social, encarna la riqueza cultural de Tenerife y de las Islas Canarias, al tiempo que reafirma la importancia de preservar y celebrar las tradiciones en un mundo globalizado.
De este modo, no solo es un testimonio vivo del patrimonio cultural de la región, sino también una plataforma dinámica donde se unen tradición y modernidad, configurando la identidad colectiva de los canarios para las generaciones futuras.

Referenciasbibliográficas

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RODRÍGUEZ ORTIZ Angely, 2024, El carnaval de Santa Cruz de Tenerife como recurso turístico, Trabajo Fin de Grado, Madrid, Universidad Rey Juan Carlos, version numerizada via : burjcdigital.urjc.es/handle/10115/31065, consultado el 21/10/2024. 
VARGAS BARRETO Marina Carmen, 1993, El Carnaval de Santa Cruz de Tenerife: Un Estudio Antropológico, San Cristóbal de La Laguna, Universidad de la Laguna. 673 p.
Pie de foto
El Carnaval de Santa Cruz de Tenerife : https://www.spain.info/fr/evenements/fetes-carnaval-santa-cruz-tenerife/

Cette page a été rédigée pour la revue ROMA 5/2024 par Louna Dantinnes, Valentine Decort, Estelle Hallet et Lucie Lizinjirabake.
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